Cansada de pensar y buscar respuestas llegué a la conclusión de que la soledad terminó siendo mi más fiel compañia, las personas que quiero y me importan parecen ignorar mi presencia y solo cuando me necesitan recuerdan que ahí estoy y he estado siempre.
Pero cuando los necesito, ¿dónde están? cada uno metido en su propia vida, viviendo sus alegrías y tristezas a su manera y con cero interés por lo que me pasa, entonces creo que la que no tiene vida propia soy yo, porque siempre estoy ahí para los que me necesiten, pero cuando yo los necesito no están.
El clima no ayuda, el frío hace que la tristeza, el dolor por la ingratitud y ese sentimiento de querer un abrazo de alguien invada mi alma, lo peor es que mi alma sigue inundada de tristeza, nada fluye como quisiera que fluya y solamente pienso que quizás estoy muerta en vida.
Camino porque veo caminar, hablo porque me toca hablar, pienso porque mi trabajo me exige hacerlo y escribo porque es la única forma de exorcizar mi alma, escribo porque mi computador soporta mis lágrimas y no me reprocha nada, escribo porque es la única forma de sacar un poco de ese dolor que invadió mi alma.