Pero como yo soy la persona más descachada[1] para tomar decisiones, se me ocurrió la ingeniosa idea de escapar, nunca le pregunté qué quería de mí o qué esperaba y aunque las señales eran claras, para mí en ese momento no lo eran, así que simplemente hice suposiciones de las cuales hoy me arrepiento y me fui.
Por ahora solo me queda esperar a que vuelva de su largo viaje, que pase el tiempo rápido para volver a verlo, para sentirlo y si es posible, para ésta vez vivir lo que tenga que vivir sin salir corriendo, sin darle espacio a las estúpidas interrogantes que ya una vez me alejaron de él.
Y por si acaso no, no estoy loca, él sabe de mis negras intenciones y creo que los dos estamos esperando lo mismo o por lo menos eso supongo yo.
[1] Hace referencia a una persona que toma decisiones erradas, equivocadas, mejor dicho que mete la pata.