sábado, 22 de abril de 2017

Camilo, parte 1


Camilo es maravilloso, no dejarse llevar a la hora de escribir pensando en él es imposible. Se fijó en mí cuando mi mundo era medio caótico. Además, me conoció cuando era una adolescente medio rebelde, caprichosa, mala para las matemáticas y contestona con sus colegas, los demás profesores; cuando me volvió a ver, aunque ya estaba más calmada y casi superada la época de rebeldía, ahora yo era más dudas e inseguridades que persona y sin embargo, lo que recibí de él fue siempre una sonrisa sincera, un consejo respetuoso y quizás las caricias y besos más dulces y sensuales que he recibido.

Pero como yo soy la persona más descachada[1] para tomar decisiones, se me ocurrió la ingeniosa idea de escapar, nunca le pregunté qué quería de mí o qué esperaba y aunque las señales eran claras, para mí en ese momento no lo eran, así que simplemente hice suposiciones de las cuales hoy me arrepiento y me fui.

Por ahora solo me queda esperar a que vuelva de su largo viaje, que pase el tiempo rápido para volver a verlo, para sentirlo y si es posible, para ésta vez vivir lo que tenga que vivir sin salir corriendo, sin darle espacio a las estúpidas interrogantes que ya una vez me alejaron de él.

Y por si acaso no, no estoy loca, él sabe de mis negras intenciones y creo que los dos estamos esperando lo mismo o por lo menos eso supongo yo.



[1] Hace referencia a una persona que toma decisiones erradas, equivocadas, mejor dicho que mete la pata.

Soñé

Ahí estábamos nuevamente, tomando cerveza como siempre solíamos hacerlo y fumándonos unas hojas para relajarnos; hablábamos de él, de mí, de las suyas y de los míos y sin querer terminamos creando un nuevo momento, un nuevo recuerdo, un nuevo capítulo.

Muchas risas, algo de nostalgia y mucho deseo. El clima, el alcohol y el humo de nuevo hicieron de las suyas, así que otra vez nos perdimos del mundo, jugamos con fuego y nos quemamos. ¿la diferencia?, hoy hubo un te quiero y más caricias que de costumbre. Hoy no desperté ansiosa por el sueño, hoy desperté extrañándolo como nunca.