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| Ilustración: Agnes Cecile |
Cuando le dije a mi hermana que tenía tema para escribir me dijo que tenía que ser muy cautelosa, porque el tema que iba a tocar es sensible y puede generar controversia; le dije que si, que lo sabía y aquí estoy, lista para escribir lo que tengo en mente hace días.
No es la primera vez que escribo al respecto, pero ahorita decidí retomar el tema, porque la semana pasada una actriz denunció ser víctima de violencia doméstica por parte de su ex pareja, en Instagram publicó unas imágenes en las que es evidente la magnitud de los golpes que recibió ésta mujer. Por otro lado, apareció el tipo que la golpeó, él apareció diciendo que todo es una mentira, que dicha actriz miente y que él tiene pruebas de ello; hasta el momento el señor publicó una serie de vídeos y audios en los que se ve muy alterada a la actriz, insultándolo y amenazándolo con romperle su ropa y golpearlo.
La historia parece un capitulo de serie televisiva de la tarde, pero es un caso real y aquí viene mi análisis, opinión o como quieran llamarlo.
Los audios y vídeos publicados por el tipo en cuestión, dejan en evidencia que ésta mujer tiene problemas de auto control, (si algún psicólogo me lee discúlpeme si no me estoy expresando correctamente); pero una relación donde no hay respeto, donde el lenguaje vulgar y soez priman, es una relación que está destinada a terminal MAL.
Es evidente que éste señor estaba siendo víctima de maltrato, pero ¿por qué agarrarla a golpes hasta dejarla con huesos rotos? ¿No era más fácil irse, llamar a la policía o si esta situación era repetitiva, no era mejor terminar y seguir cada uno por su lado?
Que un hombre salga a denunciar es difícil, porque estamos en una sociedad en la que supuestamente queremos igualdad, pero nos burlamos de un hombre que es víctima de maltrato, ya sea físico, psicológico o sexual ¿por qué nos burlamos? Si bien es cierto que las víctimas más recurrentes son mujeres, también es cierto que hay más de una loca obsesiva e insegura suelta por ahí, jodiéndole la existencia a más de uno. Entonces, los hombres se quedan callados por pena, vergüenza y miedo a volverse el hazmereír de su círculo social.
Las mujeres no siempre denuncian y a veces es por miedo a perder a su ser "amado", porque las mujeres a veces no sabemos amar y nos dejamos lavar el cerebro y pensamos que un grito, un empujón, un golpe, un insulto, son muestra de que les importamos a nuestras parejas ¿en serio? No seamos tan pendejas; obvio no es así, si nos maltratan es porque no nos quieren y sólo les interesa poseernos como si fuéramos algo y no alguien.
El maltrato bajo ninguna circunstancia tiene justificación, pero no podemos pedir lo que no estamos dando y si estamos dando amor del bueno y a cambio recibimos maltrato, pues corra, huya y evite cagarla; porque en un momento de desespero, calentura (no de la buena y la rica) usted no sabe como va a reaccionar; trabaje en su paz interior, en su inteligencia emocional y entienda que el amor es todo lo contrario a los golpes, insultos y demás muestras de violencia.
