jueves, 31 de marzo de 2022

Tenerte

 Reír antes de dormir, tener tus abrazos por un lado y del otro sentir a Zeus ronroneando, que me abraces hasta que me duerma, escuchar los latidos de tu corazón, despertar y sentir tus caricias en mi cabeza, tu beso de buenos días; esos placeres que me hacen la vida más linda, quiero que el tiempo se detenga cuando estoy junto a ti.

Quiero permanecer así, en paz, tranquila y disfrutándote, quiero soñar a tu lado, amo que soñemos despiertos, amo que trabajemos por lo que queremos.

Amo y agradezco tenerte en mi vida.

domingo, 27 de marzo de 2022

Costumbre y desamor.

 Hay letras que sirven para hacer catarsis, pero duelen de manera inclemente; hay historias largas, cortas, intermitentes y otras que seguramente son más imaginación que realidad. Él ha sido como un aliciente para mí, pero la rutina, la costumbre, la monotonía y mil y un factores más hacen que hasta el amor que se creía era el más lindo y real, termine colapsando.

¿Qué queda? ¿sueños pendientes? ¿metas en conjunto que nunca se alcanzaron? Queda un sabor a fracaso, pero también agradecimiento, porque el amor mientras se disfruta es lindo y a la larga con el paso del tiempo se termina entendiendo que todo en la vida tiene un principio y un fin; nuestra historia ha sido extraña, quizás muy apresurada en todo, pero fue linda mientras duró, fue linda mientras quisimos cuidarla, fue linda mientras la disfrutamos.

Creo que no estoy lista para todo esto, para la rutina, para ir a la cama y no hablar, necesito un beso de buenas noches, necesito un abrazo; quizás demando mucha atención, quizás tenemos metas y sueños diferentes, quizás hablamos lenguajes muy diferentes cuando de amor se trata.

Quizás... quizás se nos acabó el amor y lo que queda es agradecimiento y una costumbre a la que yo por mi parte prefiero renunciar.

miércoles, 9 de marzo de 2022

Hoy sigo acá.

El día que pensé que todo terminaría, pintaba como un día normal, un día más en casa junto a él, compartiendo unas cervezas y hablando de la vida; nunca entendí qué pasó, ni como pasó. Pero mi mente se nubló, fue como si una nube negra se posara sobre mí y tapara hasta el más mínimo reflejo de luz que podía entrar en mi vida.

Cuestioné todo, lo que más cuestioné fue mi existencia y pensé que el cuestionamiento era el preámbulo para acabar con eso, con mi existencia.

No sé si fue el licor, pero esa sensación JAMÁS la había sentido, tengo como imágenes cortadas en mi mente, recuerdo a Zeus (mi gato) asustado sin querer salir al balcón, recuerdo a Ricardo asustado, sin saber qué hacer, me recuerdo sentada en el borde del balcón viendo hacia las montañas y viendo una que otra vez el piso en el que caería, pensaba (me boto y me mato, de eso estoy segura), sé que pensé en mis papás, en mis hermanos, en mis sobrinos, en el vacío que dejaría, pero también sé que pensaba que les quitaría una carga de encima,

Pensé en como serían sus vidas sin mí (egocéntrica), obvio me llorarían, pero sus vidas seguirían; pensé en como después de tanto llorar, tenía a mi lado a un hombre maravilloso, un hombre que me ama, un hombre que sueña conmigo.

Pensé en que era una desagradecida y sé que no paraba de decir que estaba cansada; olvido todo, cierro los ojos, 2 ó 3 veces más salí al balcón con la intención de lanzarme, pero Ricardo me detuvo, Ricardo me salvó de mí misma y eso se lo agradeceré siempre.

Olvido todo, todo se oscurece y cuando vuelvo a recordar los veo en mi habitación mirándome y llorando; jueputa, soy la puta cagada, otra vez preocupándolos, otra vez siendo un dolor de cabeza.

No sé que tanto dije, sé que era una parte de mí queriendo huir, sé que era una parte de mí cansada de cargar maletas ajenas, sé que era una parte de mí que no se termina de perdonar ni termina de perdonar; es una parte de mí que estaba quebrada y no quería seguir.

Hoy sigo acá, cada día pienso menos en ese día, cada día al despertar junto a Zeus y Ricardo recuerdo que son mi hogar y me salvaron.

Hoy sigo acá y ahora soñando con emprender un nuevo viaje y construir una nueva vida, hoy sigo acá y evito reprochar mi existencia.

Hoy sigo acá, aún cuando hay días en los que me cuesta levantarme porque mi mente me juega malas pasadas.

Hoy sigo acá y procuro agradecer en lugar de refutar el porqué hoy sigo acá. 

Maletas ajenas

Pienso, analizo, intento no pensar, pero no puedo; hay cargas que no son mías, pero aún así de una u otra manera termino cargando.

Evito los señalamientos, no condeno ni justifico, solo pienso y quizás eso es lo que me agobia. Hay cosas que no puedo controlar o cambiar, así quisiera hacerlo.

Solo pienso y me canso, me ahogo en un vaso con agua; pero es que quizás el vaso de todos tiene un tamaño diferente y el mío a veces lo siento enorme y me sobrepasa.

Quiero no pensar y no puedo, quiero creer que todo está bien, pero no es así.

No es un cúmulo de aciertos o desaciertos, sólo son un cúmulo de acciones que tienen consecuencias y el no saber cuales serán me impacienta, me tortura, me agota y me agobia.

Solo quiero que termine, solo quiero no pensar, sólo quiero estar en paz y que estén en paz; solo quiero soltar las maletas que me hacen pesado el camino al andar.

Suena absurdo, pero solo quiero ser feliz y que tú estés feliz, en paz y ligera.

Buscando un rumbo

Ilustración: Desconocido (Pinterest)

Sentirme perdida era una constante con la que de una u otra manera ya estaba acostumbrada a lidiar; ahora no me siento perdida, ahora me siento "mal ubicada"; poco a poco he empezado a confiar más en mí y por lo mismo siento que en donde estoy no hay avance, no hay crecimiento y estoy casi segura de que puedo hacer mucho más de lo que ya hago, pero especialmente, siento la necesidad de estar tranquila.

Llevo años buscando la forma de sentirme tranquila y pensar nuevamente en empacar mi vida en una maleta se me hace una buena opción para buscar esa tranquilidad que tanto anhelo; además, ahora tengo compañero de viaje, de sueños, de ilusiones, de proyectos y de vida; así que creo que eso me hará un poco más ligero el momento de decidir irme.

Por ahora lo estamos soñando y planificando, espero pronto estar concretándolo, porque a la larga sé que se avecina un poco de caos, un poco de tormenta y para ser sincera no quiero ser testigo de eso, no quiero verlo, ni vivirlo; porque no sé cómo lo manejaría.

A la larga, he entendido que mi hogar está donde mi corazón esté, donde la tranquilidad sea mi principal compañera, donde el corazón se sienta liviano, donde la mente se calme y donde sienta que puedo construirme una y otra vez; por ahora mi hogar está junto a él, sin importar donde estemos, por ahora, mi lugar tranquilo es en sus brazos, por ahora, no queda más que trabajar y buscar y rebuscar tiquetes para tomar un avión con destino a nuestros sueños.