Fotografía: Ana Villamarin Lugar: Mi balcón |
A los 22 estaba otra vez en casa de mis padres y solo hasta los casi 27 volví a irme, pero esta vez el contexto era un poco diferente; han sido muchos cambios en muy poco tiempo y aún estoy asimilando los cambios y las consecuencias de los mismos, duré con la maleta llena de ropa frente a mi cama casi dos semanas, porque no podía asimilar que mi nueva realidad era este apartamento, estas paredes, esta vista, que a propósito me gusta mucho.
Ya deshice la maleta, ya metí mi ropa en el clóset y estoy empezando a construir una vida nueva, una vida "sola" que me llena de miedos, pero que estoy tratando de afrontar de la mejor manera.
Todos los días extraño el café que me preparaba mi mamá y me llevaba a la cama, extraño los ladridos insoportables de Paco y los gritos de mi papá saludándome desde su habitación; pero también empiezo a disfrutar de la vista de mi balcón, del silencio, de mi mata que cada día está más hermosa y de las exquisitas pastas que me prepara mi roomie para levantarme el ánimo cuando estoy bajoneada.
Ahí voy, aprendiendo a ser una adulto responsable, no sé como voy, pero sólo sé que esta búsqueda y proceso de construcción de libertad y paz me esta empezando a gustar.