viernes, 21 de abril de 2023

Intimidad

Recuerdo perfectamente la manera en que irrumpiste en mi vida y agradezco que lo hicieras; pensar, llorar y repetir eran parte de mi vida, hasta que tu alegría, tus ojos cafés y tu humor me invadieron.

Fuiste determinante, no me dejaste espacio para huir, simplemente me abrazaste y me reconectaste. No teníamos mucho que ofrecer, quizás más penas que alegrías, pero que en compañía se hicieron llevaderas. Construimos un pequeño mundo entre nosotros, un mundo lleno de música, comida deliciosa, sueños y metas; secretos que nos confiamos y que hoy nos hacen confidentes y cómplices.

Entonces el amor se redefinió, tus detalles y atenciones me hicieron entender que tus "te amo" tienen un sabor especial, cargado de mucho sazón y pocas palabras; hacer el amor, se volvió sólo una pequeña parte de nuestra intimidad, porque entonces, las largas conversaciones en la madrugada y las veces que nos hemos limpiado las lágrimas por la tristeza, el miedo o la alegría, mostraron que quizás un buen orgasmo es más fácil de alcanzar y encontrar, que la compañía en medio de la oscura soledad. 

Y finalmente una misma persona me enamora a diario, me ilumina con su mirar, me desarma con besos, caricias y cogidas memorables, me hace sentir amada, me hace sentir que merezco amor y mejor aún, me ayudó a creer en mí y reconstruir ese amor propio que tan perdido tenía dentro de mí.