Se creó algo así como un cariño, es algo que no se describe facilmente; basta con recordar su sonrisa, sus apasionados besos y su lengua traviesa para querer verlo nuevamente, pero era difícil.
Tal vez él no quería, quizás era un gusto no correspondido, pero me confunde, él es el culpable de ese deseo tan fuerte, realmente pienso en sus besos y se me eriza la piel, es apasionado, leo una y otra vez todo lo escribe y siento que me desea. Entonces, vuelvo al mismo punto, no sé que quiere, solo sé que me gusta, sé que lo deseo, sé que de alguna extraña manera lo quiero, sé que con él podría disfrutar de las obcenidades que mi mente esconde.
Él puede controlarme y puede sacar mi lado más oscuro, ese que aún nadie ha visto.