miércoles, 17 de noviembre de 2021

Hogar, mí hogar.





 Tener un hogar, jamás pensé llegar a tenerlo, nunca creí que compartiría mi vida con alguien, mis sueños, proyectos, miedos, la mitad de la cama y el shampoo. 

Compartir mi vida con él ha sido algo tan inesperado, así como cuando él apareció en mi vida; es que eso de conocernos y a los pocos días hacernos novios y en menos de un mes estar viviendo juntos no es algo muy común (creo), conocernos durante la convivencia no ha sido tan complicado como pensé que sería, de hecho nada ha sido como pensé que sería; me he sorprendido y por fortuna ha sido para bien.

Nuestro hogar conformado por nuestros peces, nuestras plantas y nosotros dos, funciona muy bien, así siempre entremos en discusión acerca de la lavada de los platos o la tendida de la cama. 

He aprendido a dejar que me quieran y a entender que todos amamos y que todos lo demostramos de manera diferente. Su compañía me hace bien y su mirada me encanta. 

Quiero seguir coleccionando momentos, atardeceres, besos, sonrisas y todo lo que hemos compartido en este tiempo juntos; quiero alargar los días que estoy a tu lado, porque de verdad me encanta sentir esa paz que me transmites. Quiero que cumplamos nuestros sueños, quiero seguir emprendiendo a tu lado y que podamos decir ¡Lo logramos!, quiero sentir tu calor en la madrugada que me congela  y ver el café de tus ojos en cada amanecer, quiero seguirte amando y que me sigas correspondiendo, quiero que nos sigamos eligiendo.

Quiero estar así, amo estar así y sentir que vamos a mejorar aún más.