viernes, 6 de noviembre de 2020

Lugar seguro.

Cada vez que suena mi celular y veo tu nombre en la pantalla, sé qué algo te pasó, por alguna extraña razón siempre te acuerdas de mí cuando las cosas te fallan; entonces me pregunto ¿soy tu refugio, tu lugar seguro?

Instagram: @petitesluxures
"Hola", con solo escucharte decir una palabra sé que tienes el ánimo debajo de tus pies, que estás destrozado y que te duele el alma, así lo quieras negar. Que ella te dijo que no te quiere, que no vales nada, que te trata como si fueras un cero a la izquierda; es lo mismo de siempre, las otras veces que han terminado, la causal ha sido la misma.

Recuerdo las dos primeras veces que me llamaste y me contaste que habían terminado, la sensación fue extraña, quizás una tenue llama de esperanza e ilusión se encendían en mí, incluso recuerdo que salimos, fuimos a cine y la pasamos bien, no hubo sexo, porque en el fondo y en medio de mi esperanza absurda, algo dentro de mí me decía que era mejor no involucrarme más nuevamente.


La tercera vez tomamos hasta embriagarnos, hubo besos, pero por fortuna decidí que tener sexo no sería una buena idea, para qué unir nuestras energías de semejante manera, cuando tú traías en tu cuerpo la carga de ella.

La cuarta vez solamente te escuché por teléfono, sabía, nuevamente que no era definitivo, te lo dije y aunque lo negaste, el tiempo (2 días después) me dieron la razón y estabas otra vez junto a ella.

Esto de dejarte ir ha sido extraño, ya la ilusión murió y cuando me llamas sé que soy solamente tu confidente, tu lugar seguro. Yo por mi parte, creo que estaré ahí para escucharte, no sé por cuanto tiempo, por fortuna el amor que te tenía cambió y tus "ires y venires" ya no duelen, ahora solamente me  inspiran y me sirven para ver que las relaciones suelen ser raras y que seguramente, todos tienen un "lugar seguro" al cual ir cuando las cosas fallan.

Las cosas cambiaron, la ecuación cambió y hay nuevos integrantes que hacen que te vea diferente, un poco de aquí, un poco de allá, un poco de éste y un poco del otro; entendí que eras remplazable, único, pero remplazable. Todos somos parte de una fórmula que tiene una infinidad de factores que pueden hacer cambiar todo.