miércoles, 22 de abril de 2020

¡Música, por favor!

Ilustración: Autor desconocido.
El encierro genera un sin fin de sentimientos que afloran desde que abrimos los ojos hasta cuando estamos tratando de dormirnos; todo esta situación nos hizo conectar con el mundo de una manera totalmente diferente, una manera que nos hace añorar vernos, abrazarnos, tocarnos.

En medio de este "caos", conecté con él, un hombre silencioso, tosco, frío, un hombre que quizás ve la vida en blanco o negro, que no se permite los matices y menos los colores, pero que a su vez esconde un ser maravilloso, lleno de detalles que lo hacen único y un ser especial. Tiene una voz que seduce y envuelve, no creo que planee ser así, simplemente es así. Quizás la música sea un refugio para él o tal vez sea la manera que tiene para hacer catarsis; cuando empezamos a hablar lo analicé un poco, me es casi imposible no hacerlo y aunque puede que mi percepción sea errónea, estoy segura que algo de razón debo tener.

Yo me dejo llevar, me gusta aprender y explorar, así que desde el momento en que comenzó a enviarme canciones, empecé a disfrutar una a una, cada detalle, la letra, la melodía, el vídeo, todo; unas tantas las conocía, otras fueron como encontrar un tesoro en medio de tantas notas, melodías y ritmos. Siento que hay canciones que tienen un pedazo de él, un pedazo de su esencia, de su vida, de lo que ha sentido y me encanta conocerlo así.

Puede que nunca lo llegue a conocer realmente y quizás en cualquier momento dejemos de hablar, yo suelo perderme de las personas, desaparecer y él no tiene perfil de ser paciente y esperar a que las personas aparezcan nuevamente, menos de buscarlas, pero tengo algo claro, en cada canción que hay en esa playlist pude conocerlo un poco y pude sentirlo; yo por mi parte sigo disfrutando de cada descubrimiento, me gusta esa sensación, me gusta dormirme escuchando canciones nuevas, me gusta ese aporte que él hizo a mi vida en medio de este caos.