jueves, 28 de septiembre de 2023

¿Ojalá? NO

Ojalá te pudiera curar el dolor que aqueja tu corazón,

Ojalá pudiera meterme en tu cabeza y borrar los recuerdos que te duelen,

Ojalá pudiera evitar tu tristeza,

Ojalá pudiera llevarte a tu lugar seguro y verte sonreír real y genuinamente.

Pero los ojalá no son más que deseos y anhelos que tiene el corazón y que a veces por más que se quiera, es complicado materializar; los ojalá son palabras que lanzamos al viento, al universo y pretendemos ingenuamente que de alguna manera sucedan esos ojalá.

Con la incertidumbre que traen consigo los ojalá, yo procuro acompañarte, procuro amarte, procuro ser un lugar cálido y seguro, procuro conjugar los verbos en plural para nosotros, pero entonces, tus singulares me atraviesan el alma y me doy cuenta de que todo es en vano, me doy cuenta de que sí los ojalá se hicieran reales, tú serías feliz; quizás mis ojalá le dieron a entender al universo que no había afán por materializar mis deseos para ti.

Así que ya no hay más ojalá, sólo queda un espero y deseo que todo lo que anhelas se haga realidad pronto, muy pronto, que la vida finalmente te sorprenda para bien y que logres reír, disfrutar tu mar, disfrutar a los tuyos, llenar tu corazón de paz y que la vida te sea liviana y amable, que sea como esa brisa que se mete por la ventana en los días de calor infernal. 













Mientras yo entro en tu lista de desaciertos, tu eres considerado en mi vida como mi único acierto; mientras tú lamentas la pérdida de tiempo, yo agradezco la oportunidad de tenerte en mi vida; mientras tú piensas en singular, yo no paro de conjugar verbos en plural para nosotros.