viernes, 27 de octubre de 2017

Mi trabajo

En un trabajo como el mío hay dos opciones; o aprendes a vivir cada segundo de tu vida al máximo o concluyes que nada vale la pena, porque al final todos terminamos igual, muertos. Trabajar con la muerte es algo extraño y que jamás pensé hacer, pero nuevamente me estoy demostrando a mí misma que los miedos están en la mente y que somos nosotros mismos quienes podemos hacerlos desaparecer.

Si, acá estoy, rodeada de muertos, ataúdes y personas llorando y lamentando la pérdida de su ser querido, vaya uno a saber si en vida le hicieron saber que lo querían.

"Iluminada"

No sé si era la necesidad de aferrarme a algo que no fuera ajeno, no sé si era que de verdad estaba dispuesta a hacer un cambio en mi vida, pero desde el momento en que decidí ver el vaso medio lleno y no medio vacío, sentí que de alguna forma algo cambió en mí.

Quizás para el que me conocía era raro escucharme hablar de tratar de estar tranquilo, en paz, buscar el equilibrio y tratar de ser luz y no oscuridad; empecé a tratar de mediar en conflictos, que aunque parecían pequeños, si no se trataban a tiempo, podían convertirse en algo mayor. Al final, creo que ese debe ser parte de nuestro propósito en el mundo, tratar de dar luz, de guiar y si sentimos que estamos opacos y sin luz, buscar la forma de recargarnos de energía, pero nunca intentar apagar u opacar al prójimo.

Sin embargo y por más que he tratado de bajarle tres puntos a la neura, tengo momentos en los que mi ser iluminado huye y queda lo visceral de una persona que se emputa, pero ahí voy, intentando hacer de mí, una mejor versión cada día.

Pajazo mental

No, no me importas o al menos eso intento creer. Trato de fingir que no sentí que llegaste y trato de borrar de mi cara esa estúpida sonrisa que se pinta a veces con tan solo escucharte; trato de ignorar tu existencia, porque sé que tú sin el más mínimo esfuerzo logras ignorar que existo.

martes, 24 de octubre de 2017

Sin color.

Otra vez estoy haciendo mi mayor esfuerzo por huir, porque definitivamente los temas sentimentales no son lo mío y el problema no son los demás, soy yo que no cambio mi filtro y siempre termino enredada con los menos indicados y aunque no tengo ni idea de como definir al indicado, estoy segura de que éste personaje tampoco es.

Intenté entenderlo, intenté comprender sus conflictos internos y solo terminé envuelta en pensamientos que ni sé como describir; lidié con sus ataques de mal humor y disfruté de sus escasas sonrisas. Le traté dar un poco de mi positivismo y a cambio recibí un carga emocional tan fuerte que a veces siento que me desmorona.

Así fue como terminé detrás de un hombre sin colores, un hombre que todo lo ve en escala de grises, mientras yo con esfuerzo trato de ver y darle color a todo, un hombre que en definitiva da más sombra que luz y más frío que calor.