Cuando alguien se va, finalmente puedes ver todo con más claridad, con más objetividad y con tranquilidad. Si bien hace unos dos meses las cosas estaban "normales" la verdad es que ahora las cosas cambiaron y entiendo todo.
Jamás íbamos a poder estar juntos, somos muy diferentes, nuestros sueños van en direcciones totalmente contrarias, quizás tú sueñas con una familia, yo con recorrer el mundo y escribir, tu felicidad puede estar en vivir manejando un carro y la mía horneando tortas y galletas; los momentos que compartimos fueron maravillosos y eso siempre te lo agradeceré y atesoraré.
Ahora que sé que estás feliz me siento feliz y es ahí donde veo que te quiero mucho y por eso tu felicidad es y será la mía. El camino nos cruzó, no sé porque, quizás nunca lo sepamos, pero hoy solo tengo palabras de agradecimiento; cada café, cada cerveza, cada sonrisa y cada cosa que compartimos fue parte de una historia extraña, un tanto dolorosa y al final inconclusa de inicio a fin.
Eres uno de los hombres de mi vida, uno que vino a enseñarme tanto que las palabras no me alcanzan, mi McGyver, mi malgeniado favorito y mi ladrón de pensamientos, nos despedimos de ese algo que nunca fue nada, pero que a la larga nos dio un poco de felicidad.
Brilla, sé feliz, sonríe y AMA, ama como si no hubiese un mañana, ama como si jamás te hubiesen roto el corazón, ama y gózate cada momento que la vida te dé junto a ella, porque la vida se trata de vivir y disfrutar segundo a segundo. Respétala, desligate de la mierda que tanto te jodió y manda lejos lo que no te suma, lo que te opaca. Aferrate a esta nueva ilusión y no la dejes ir.
Yo siempre estaré ahí, quizás viéndote a la distancia, pero ahí para cuando me necesites.
Te quise, te quiero y te querré.