viernes, 26 de enero de 2018

¿Intentar con el amor?

¿No les ha pasado que leen algo que los lleva directo a la inspiración, que les ilumina el pensamiento para poder escribir algo? A mí si y me pasa cuando leo los maravillosos textos de mi amiga Margarita, autora del blog Universo Excéntrico.

Leer cada palabra que ella escribe es un deleite, de verdad; en su último post me dejó desconcertada, porque como siempre escribió hermoso, pero también me llevó a devolver un poco el casette; ella habla de un viejo amor y justo ahí quise evaluar mi vida “amorosa” si es que así se le puede llamar a lo que yo he tenido.

Que "el primer amor no se olvida", el mío fue un amor bonito, muy de adolescentes, Andrés es un ser especial, siempre lo fue, pero eso es algo que se recuerda con algo de inocencia y ya. Después de Andrés mi novio formal fue Juan ¡Ay Juan! Ese man está muy tostao’, lo amé, nos amamos de una forma muy tóxica y obvio eso acabó con nuestra relación hace más de 4 años, pero él aún aparece de vez en cuando, unas veces a decirme que fui lo peor que le pasó, otras a decirme que me ama y otras tantas a decirme que nos veamos para follar, según él soy el mejor sexo que ha tenido en su vida.

Gerson fue una estrella fugaz que pasó muy rápido por mi vida y sin duda me iluminó, hoy sé que me cuida desde donde sea que esté, porque además siempre me estoy encomendando a él y como no hay muerto malo, a él le pasé que le estuviera cayendo a otra mientras éramos novios, finalmente me enteré de eso en su funeral.

¿Álvaro Andres? Licor, sexo y comida, básicamente esa era nuestra relación, fue mi novio ante mis papás, amigo ante sus amigos y amante para mi ex novio (en eso tenía razón, si, fue mi amante) pero ahora somos muy buenos amigos, si, de esos que hablan por chat y se cuentan todo y se hacen “bullying” a él lo quiero infinito y siempre lo recuerdo con una sonrisa de oreja a oreja.

Andrés L, ¡Uy! Ese hombre me enloqueció, con el perdí límites y conciencia de lo que hacía, detallarlo sería imposible; licor, marihuana, música, estrellas, Buenos Aires, etc. Simplemente me marcó, vivimos cosas que nunca olvidaré y sé que él tampoco, tenemos miles de kilómetros en común, así que el olvido con él no es una opción.

Camilo es el prototipo de hombre ideal, inteligente, caballeroso y corrompido cuando es necesario, a él lo dejé ir por estar pegada de un avión fallando (véase el párrafo de arriba). Él vive ahora en París, hablamos de vez en cuando, está enamoradísimo y se supone que en unos dos meses nos veremos para tomarnos una cerveza y hablar de lo que ha sido de nuestras vidas.

Y eso es todo, no hay una historia trascendental, no he tenido grandes amores, ninguno me extraña, he tenido más historias fugaces las cuales han dejado pequeñas huellas, pero no vale la pena nombrarlos, sería darles mucha importancia. Así que bueno, por ahora seguiré aprendiendo que nada es para siempre, que los amores van y vienen, unos con más fuerza que otros, dejando marcas en el alma y haciendo más expertos o desconfiados en el espinoso camino del amor.

Por último, Margarita, gracias por ayudarme a inspirar un poco, pero por mi lado creo que sigo sin poder intentar con el amor.

jueves, 25 de enero de 2018

¿Y ahora?

Mis mejores post han surgido gracias a estados emocionales extremos, o he estado enamorada o he estado en una tusa ni la hijueputa; así soy en todo, extremos y más extremos. No sé querer poquito, no sé alejarme con cautela, básicamente te puedo querer sin medida o te puedo ignorar y perderme del mundo sin previo aviso.

Y no, quizás no está bien, incluso he peleado conmigo misma por ser así, pero no he logrado cambiarlo, así que por ahora seguiré escribiendo cositas pequeñas, porque lo que es el amor por estos lares no asoma hace AÑOS y por ende no tengo una tusa hace montón; lo siento mundo, lo siento lectores, pero les he fallado, necesito caos y por ahora todo está tan en calma que ni siquiera encuentro de qué escribir. 

lunes, 22 de enero de 2018

¿Heroína yo?

www.paulabonet.com
Tengo un grave problema y es que tengo complejo de heroína, voy por la vida pretendiendo salvar a las personas de su soledad, de sus demonios, de miedos; pero eso no está bien, menos cuando pretendes salvar a alguien que está conforme con su vida.

Él no es feliz, se nota en su mirada, se nota cuando de la nada se eleva y se amarga, pero ¿yo qué puedo hacer?, intenté hasta donde pude cambiarle un poco el chip y no fue posible. Si, intenté cambiarle el chip, como si fuera tan fácil y no pretendía cambiarlo a mi conveniencia, lo quería ayudar porque lo quería, porque a pesar de que siempre se mostraba fuerte, en realidad era frágil e incluso por momentos le salía de manera inesperada una inocencia e ingenuidad que llegaba a ser a veces envidiable.

Pero después de mucho intentarlo, decidí alejarme, igual siempre me termino alejando y ésta no iba a ser la excepción. Me dolió darme cuenta de que no había nada que hacer y que si no me alejaba me iba a terminar envolviendo en una situación donde la única perjudicada iba a ser yo.

¿Qué me quedó? quizás un sabor a tristeza, pues después de pensarlo, yo también pretendía salvarme un poco de la soledad que a veces me aturdía y me arrinconaba, finalmente en el proceso de querer ayudar a Ricardo, nos hacíamos un poco de compañía o al menos eso creía yo; ¡Ah! pero no todo es tristeza y melancolía, pues en el tiempo que compartimos juntos, me presentó a su familia y de ahí surgió una amistad que aunque lleva poco tiempo, la considero linda y especial, su hermana y cuñado son unos personajes únicos, de esos que te hacen doler la panza de tanto reír y su sobrina es una dulzura, así que bueno, a él no lo pude sacar de su oscuridad, pero él me dejó la amistad de una familia maravillosa, además me ayudó a entender que nadie salva a nadie y que si estás hundido en la soledad es porque quieres y eso sólo lo cambias tú mismo, nadie lo cambiará por ti.

Ahora no sé nada de él, sólo espero que en algún momento sea feliz, se sienta pleno y que el universo lo ilumine, porque de verdad lo merece y necesita.

Costumbres

No, no me enamoré, simplemente me acostumbré un poco al sonido de su voz, al café profundo de sus ojos y al ritmo de su corazón. Pero no, no lo amo y sé que así como me acostumbré a tenerlo cerca, ahora puedo y debo acostumbrarme a su ausencia. 

miércoles, 3 de enero de 2018

Nostalgia

¿Y qué se supone que haga con ésta sensación que me invade?, es una nostalgia espantosa que me saca lágrimas sin que yo pueda contenerlas, es algo que me duele y quisiera no sentir, pero no puedo, simplemente lo siento y pasa.

Yo que tanto jodí con no crear vínculos, aquí estoy, sentada, intentando manejar la situación a punta de passiflora y escribiendo a ver si en algún momento se me pasa esta sensación que se metió en el cuerpo y no puedo sacar.