lunes, 31 de agosto de 2020

Respiro

Pedí auxilio, sentí que no podía más, que la vida me consumía y que estaba en el mundo sin ningún propósito diferente al de sentirme miserable y sin fuerza 4 ó 5 de los 7 días de la semana; vivir así es una mierda, pero en medio del caos que ha sido el 2020, yo siento que me he recuperado poco a poco.

Hay días de días, pero siento que soy un resultado bastante aceptable del movimiento que hubo en el universo; me quiero, me respeto, me permito sentirme mal pero me levanto, he hecho cambios de manera paulatina, cambios que me benefician y me hacen sentir mejor. Las pesadillas han desaparecido al igual que las migrañas y las crisis de ansiedad, la malparidez dejó de ser un ingrediente principal en mi vida,. Ahora sonrío, disfruto del sol y de la lluvia, he aprendido a valorar los detalles más mínimos y me siento diferente.

Pero todo es un proceso, sigo en este carrusel de no saber cual va a ser el siguiente paso; por ahora creo que retomaré esto. Escribir ha sido mi aliciente, mi medicina, mi todo durante muchísimos años y no quiero que eso cambie. 

Quiero seguir hablando de la vida, del amor, del desamor, de lo que viví, de lo que imagino... A veces no sé para donde van mis letras, pero el escribir sin propósito también es válido, así que aquí voy de nuevo.