Sin pretensiones

11/08/2020, 18:54 horas.

- Hola, disculpa, ya no voy a casa, voy a otro lugar ¿me puedes hacer el favor de llevarme?

- Si, claro, pero ¿después no vas a tu casa?

- Si, sólo que no sé cuanto me demore en el sitio al que voy

- Si quieres te espero, mientras me fumo un cigarrillo

- Vale, si veo que me demoro mucho te aviso

- Dale, anota mi número

- Ok, 322 705 5...

- Listo, cualquier cosa te aviso

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19:48 horas

- Uff, disculpa, pensé que me demoraba menos

- No pasa nada, me sirve llevarte, me queda de camino a mi casa y no quiero irme sólo

- Vale

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19:59 horas

- ¿Siempre haces ese trayecto?

- Si, casi siempre

- Es largo

- Si, aunque bueno, ya estoy acostumbrada (mueve el cuello y suena)

- ¿Cansada?

- Si, un poco, fue un día largo

- Mmmm

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20:12 horas

- ¿En qué trabajas?

- Mmm, soy todera, administro personal, inmuebles, manejo ciertos temas contables y jurídicos

- Bacano, yo tenía dos bares y un restaurante, pero con la pandemia me tocó cerrar todo, me quebré

- Si, todo esto jodió todo, pero seguramente te levantas y vuelves a montar al menos el restaurante

- Si, eso espero, pero es que la pandemia me dio duro, quebré, mi mujer me dejó por otro y quedé en ceros

- Complicado, pero todo pasa y todo mejora

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20:18 horas

- Se ve que usted es muy pila

- Jajajajaja, gracias 

- Y ¿qué me cuenta de su vida?

- No hay mucho por contar, básicamente me dedico a trabajar

- Complicado

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Así debió quedar la conversación, no debimos hablar más, no debí tomar su servicio después, no debí escucharlo, no debí acostumbrarme a él y sus ocurrencias.

Está loco, es divertido, pero está lleno de miedos, matices y dualidades un poco complejas; segundo post dedicado a un desconocido, a un hombre que llegó sin pretensiones y logró sacarme un par de letras para ustedes.

Improvisación

Ilustración: MOKO

En la vida te vas a encontrar con todo tipo de personas, los positivos, los amargados, los estancados, los quejumbrosos, los causantes de mil sonrisas y los protagonistas de un mar de lágrimas. Saber quien es quien es difícil, toma tiempo saber que papel ocupará en tu vida cada persona que te cruces en el camino.

¡Alex!... Es un tipo fuera de serie, de esos que uno no encuentra a la vuelta de la esquina, no se da por vencido, siempre está buscando la forma de levantarse de las caídas que ha tenido, vive la vida a toda velocidad, tiene un humor particular, quizás bobo, pero igual roba sonrisas, es ocurrente y básicamente no se sabe nunca que va a pasar con él. Si, con él me di cuenta que el tiempo, el gusto y el cariño no siempre van tomados de la mano, este tipo llegó arrasando y me tiene acá, dedicándole por primera vez en mucho tiempo, mis letras a alguien diferente a Ricardo (eso es una avance impresionante para mí). 

No sé qué va a pasar, quizás todo sea solo una ilusión improvisada, de esas en las que ya soy experta, de esas que me ponen a pensar bonito y de la nada se esfuman. 

Lo que escribo

Autor: Marion Bolognesi

Escribí de amor, de sexo, de pasión, de noches llenas de alcohol y lujuria; escribí de la muerte y de cuanto la anhelé, escribí de personas que marcaron mi vida, escribí de momentos que viví y de momentos que me contaron que sucedieron en un mundo paralelo al mío, escribí de mis decepciones amorosas, dediqué letras a personas que las merecieron y a otras que ni sé como llegaron a inspirarme.

He escrito de política (muy poco), pero lo he hecho, he escrito del maltrato a la mujer, he escrito de todo un poco y aún así sigo sin saber qué más escribir, la confusión a la hora de producir un texto medianamente decente me acompaña desde tiempos memorables; tengo publicaciones que han tenido muchísima acogida entre quienes me leen y otras tantas que fueron ignoradas.

Pensé que necesitaba de caos para inspirarme y aún a veces pienso que es así, han habido lágrimas que han quedado plasmadas en estos escritos, historias inconclusas (tengo un grave problema con el tema de socializar, crear vínculos y cerrar ciclos). Algunas personas saben a quien va dirigido cada post, otras no tienen ni idea quien me inspiró. He herido susceptibilidades, egos y he hecho creer que estoy profundamente enamorada, cuando estoy totalmente destruida y con cero ganas de hablar de amor.

Acá me desnudo narrando historias y creando otras, soy muchas personas a la vez, aunque en el fondo, quien me conoce bien, sabe cuando estoy escribiendo algo desde las fibras más diminutas de mi ser y cuando simplemente es una pajazo mental que me ha parecido interesante de escribir.

Irresponsable

Escribir siempre me ha servido como terapia para poder reorganizar mi cabeza cuando el caos laboral aparece; si, soy una irresponsable por tener mil vainas por hacer de trabajo y estar aquí metida, escribiendo estas letras.

Pero me ayuda, me oxigena, me libera y siempre después de hacerlo quedo como nueva, es una catarsis quizás inexplicable, quizás me entendería mi amiga Margarita quien también ama escribir y sabe a qué sensación me refiero. Hay días de locura, pero a mí la idea de poder escribir y reescribir me llena de alegría, es algo que siempre he disfrutado, amado y de lo cual amaría vivir, pero como ya se los he dicho antes, es algo difícil, casi imposible.

Por ahora sigo acá, haciendo un poco de cada cosa para vivir y sacando tiempo (aunque no lo tenga) para liberarme un poco del estrés que ocasiona el lidiar con genios, aceleres y prioridades diferentes todos los días, dependiendo del lugar en el que esté.

Psttt! Eso de ser "independiente" no es nada sencillo, a veces siento que enloquezco y quisiera renunciar a todo, pero luego recuerdo que... Ni sé qué recuerdo, pero acá estoy, tratando de organizar mi cabeza a ver si hoy logro salir de la oficina a una hora decente e ir a descansar un poco, pues ni el maquillaje logró taparme hoy la cara de cansancio.