viernes, 17 de agosto de 2018

¿Eres o te haces?

Ilustración: Pepa Úbeda
Tú... tan serio, tan tosco, tan silencioso, tan intolerante, tan insoportable; lograste hacer que te viera, pero vi más allá de tus ojos, vi un poco de tu alma, de tu ser interior. Vi que hay nobleza, pero también hay dolor, vi que hay sueños y ganas de hacerlos realidad, vi miedo e inseguridad; pero eso no me espantó.

Lo que realmente me asustó fue tu fuerza, tu capacidad de negarte a vivir aún sabiendo que estás como muerto en vida y tu capacidad de fingir que no pasa nada ¿no me ves o te haces el güevón? eso de no saber que piensas y que no me des ni la más mínima pista es un poco desesperante, nunca sé que va a pasar. Podemos estar juntos por horas y tener muchísimos silencios incómodos, podemos reír de cualquier estupidez o podemos terminar envueltos en tu cama y al final fingir que no pasó nada y seguir actuando como el par de imbéciles que somos; ¿cómo haces?, yo no puedo y creo que mi error es darle mucha trascendencia a algo que para ti no es más que un folle más.


Camilo, parte ¿2?

¡Juepucha! ya casi termina la espera, estoy a solo días de volver a verlo y no tengo ni idea de qué va a pasar. Lo quiero y mucho, Camilo es una persona que con el pasar de los años se me ha metido en el corazón y se ha ganado un lugar muy especial. No tengo muchas palabras al respecto, sólo sé que pronto estaré con él y podré hablar por horas, reír a carcajadas y disfrutar de su maravillosa compañía.