sábado, 27 de abril de 2024

Zeus y el tiempo.

Nuestros arrunchis.
 Mi amor, no ha pasado ni un mes de tu partida y aunque con los días se supone esto debería hacerse más fácil, la verdad es que no lo es; después de dos semanas levanté tu plato, lo lavé y lo guardé, tenemos ahora algo así como un cofre con tus cosas, tus pelotitas que ignorabas, porque siempre preferiste la que te hizo tu papá con papel aluminio y cinta, tu cordón verde, ese con el que papá te hacía correr por todo el apartamento y jugabas sin cansancio, tu plato, tu almohadita, tu cepillo el cual no fuimos capaces de limpiar, pues ahí conservamos algo de tus pelitos... pelitos que cada vez encuentro menos en la ropa, así que es un indicativo de que el tiempo ha pasado y tú no estás.

Nuestros juegos de parqués sin tu compañía no son lo mismo, sin embargo tu papá sigue ganándome las partidas, aún te invoca en el último tiro y tú con tu preferencia hacia él, haces que me gane; los domingos tampoco son lo mismo, no estás para arruncharnos y hacer pereza, no estás tú para sentarte almorzar con nosotros ni para desayunar y comer esas arepitas que tanto te gustaban, no estuviste en mi cumpleaños, así que no recibí tu beso de felicitación, pero si encontré un pelito tuyo en mi media ese día, así que lo interpreté como tu felicitación desde el otro lado del arcoíris, pero simplemente ya no estás; estás en nuestros corazones, en nuestros recuerdos y en tu ausencia que día a día es más notoria.

"...qué carga tan pesada es extrañar..." dice una canción y es muy cierto, sé que quizás muchas personas no entiendan este proceso de duelo y adaptación, pero tampoco pretendo que lo hagan, la tristeza ha querido tomar el control, pero me esforzado para que no sea así.

Nuevamente gracias por tu paso por nuestras vidas, por tu compañía, tu personalidad tan única y especial, gracias por habernos hecho tan felices; siempre en nuestro corazón, te amamos.


Mamá y papá.

sábado, 6 de abril de 2024

¡Hijito mío, gracias!

Mi hijito bello, mi mono hermoso, mi Zeitus...

Fotógrafo: Abuelo Armando
Mi amor, el vacío que dejaste en nuestro corazón es enorme, los gatos no leen y tú no leerás esto, pero es mi manera de agradecer a la vida por haberte puesto en nuestro camino; amar no requiere explicación, es algo que simplemente se siente y hay amores que las personas cuestionan, porqué quizás nunca lo han sentido, amar un gatico es un privilegio y que ese amor sea correspondido lo es aún más.

Fuiste un hijito muy anhelado y deseado, tú papá y yo nos enamoramos de ti la primera vez que te vimos en foto y aunque desde el momento uno no pudimos tenerte con nosotros, la vida con sus idas y vueltas nos permitió que a los meses llegaras a completar nuestro hogar; así que siempre vi que el destino estaba escrito para que fuéramos una familia.

Cuidarte, verte crecer, ver tus travesuras y sentir tu compañía fue un regalo que la vida nos dio, tus ronroneos fueron curitas para el alma mía y de tu papá; gracias por acompañarnos, por secar nuestras lágrimas, por cuidar de nosotros en la enfermedad, por cuidar de nuestros sueños, gracias por tu amor.

Hoy nos tenemos que despedir ti, porque la vida es misteriosa y extraña, suele arrebatarnos lo que más amamos y aunque no entendemos el porqué, sólo sé que siempre estarás en nuestros corazones.

Prometemos amarte siempre y en cada recuerdo sonreír y agradecer por tu vida; por favor visítanos en nuestros sueños para sentirte más cerquita.

Te amamos,

Fotógrafa: Mamá
Papá y mamá.